Unos lo llaman negocios, otros pura especulación
La realidad es siempre más tozuda que la propaganda. Eso que llaman “sector turístico canario” al que sientan en las mejores mesas y que se nos pide que protejamos a toda costa se nos aparece aquí como una componenda entre buitres que mientras devoran la carroña dejan atrás los restos que es lo que nosotros acabaremos comiendo.
Nuestro territorio, nuestros intereses, nuestro capital (sí nuestro aunque en el registro diga otra cosa) son objeto de mercancía en el que empresas oportunistas se reparten el pastel y nadie tiene nada que decir.
Una mera operación de capital, si se lee bien, acaba mostrando la dura realidad. Un Hotel, como otros ya, en manos de una Socimi con importantes exenciones (Impuesto de Sociedades, municipales, plusvalía y de las rentas obtenidas) y que utiliza un socio instrumental para obtener todo el rendimiento posible que se abonará en otro país. Ese socio, antes propietario, toma una posición con menos riesgo y facturará en origen (es touroperador).
¿Y qué quedará aquí?. Pues eso lo que estamos utilizando ahora como justificante para premiar a las “empresas”, empleos de baja cualificación y de bajo salario y cuatro perras de IGIC.
Cuando se nos pide que apoyemos, a mi por lo menos se me queda cara de tonto.
(foto por Gerd Fahrenhorst)