LA CIUDAD FANTASMA.
En las llamadas zonas turísticas de Canarias, los residentes estamos asistiendo estos días a la huída de los explotadores, de los ‘empresarios explotadores’.
El modelo de parque temático, llevado a cabo por la industria turística y propiciado por las leyes turísticas de Canarias, muestra hoy una realidad ya anunciada, la de la ciudad fantasma.
No verán mucha gente pero sí a gente en búsqueda de alimentos y medicamentos, ocupándose ellos mismos de vigilar las zonas comunes tras la huída de los “empresarios”.
El modelo que no quiere integrar a la población en la ciudad turística tiene esta perversión, el parque temático que ante cualquier circunstancia se convierte en un pueblo del oeste abandonado.
Hoy más que nunca hay que reivindicar a los residentes, los que realmente “asientan” el territorio, los que dan identidad y continuidad, los que vigilan y cuidan los entornos reclamando sólo los servicios públicos, no las subvenciones y exenciones.
Y, por supuesto, los más interesados en que el entorno urbano sea el mejor posible.