MIRADA AL FUTURO
De las enseñanzas que dejó el 2008 la más clara fue que encomendarse al turismo como tabla de salvación resultó lo más atrevido que se les ocurrió a los entonces gobernantes. Desde entonces hasta ahora, mucho canto de sirena, pero encomendados ciegamente al turismo como si no hubiera un mañana.
Los fondos de desarrollo regional, para el turismo. Los créditos financieros para la renovación turística. La legislación, enfocada casi en su integridad al turismo. Tal es así que el peso que tiene el subsector en la estructura económica es ya insoportable. Y esto ha ocurrido con la complacencia de todos, sindicatos y empresarios, gobernantes y hasta gobernados que se consuelan con el «¿de qué íbamos a vivir?. Eso sí, a algunos les ha ido extraordinariamente bien.
De aquellos barros, estos lodos. Cuando se depende de factores externos, el control se deja en manos de una coyuntura incierta. Thomas Cook, reajuste de aerolíneas y, ahora, reapertura de mercados en otros países. Baste ojear estos días la prensa de Euskadi para ver que pueden ponerse en marcha casi inmediatamente sin esa dependencia externa.
Se barrunta lo mismo, el secular entreguismo al binomio construcción-turismo que no saca a Canarias del furgón de cola de la tasa de riesgo de pobreza relativa que en Canarias es del 30,5%. Más dinero para renovación, más premios fiscales para las empresas de explotación turística y más ventajas urbanísticas que son el «leit motiv» al que se recurre en cada ocasión.
No estamos ahora ante un panorama similar al de 2008 porque su causa no es sistémica, no escasea el crédito, ni las familias o las empresas están apalancadas. Pero eso sí, esta situación vuelve a abrir una gran ventana de oportunidad que se le debe a las generaciones de canarios que nos siguen. Una vez más, se dan las circunstancias perfectas para remodelizar la estructura económica de las islas con las coordenadas que el siglo XXI nos está proponiendo:
-Proporcionar los medios para evitar la brecha digital y favorecer la igualdad de medios y oportunidades.
-Apuesta potente por la economía del conocimiento potenciando las Universidades como polos de desarrollo formativo e investigador y su transferencia al tejido empresarial.
-Economía verde y circular a todos los niveles.
-Redimensionamiento del turismo.
-Economía de la sostenibilidad frente al economicismo.