Carta a la PALT de un pequeño propietario de bungalow, afectado por la legislación turística canaria.
Es un escándalo!!!!! Que cara más dura tienen algunos. El lobby hotelero, políticos y constructores…el trinomio canario…donde ya no se sabe quién es quien, algunos hasta están en los tres ámbitos al mismo tiempo, en una suerte de realidad cuántica-abusiva.
Todos ellos representantes del poder de los terratenientes que siguen fieles a su modelo de gobernar para ellos, olvidándose de que en democracia se gobierna para el pueblo, para solucionar los problemas de la gente.
Ahora pretenden aprobar leyes que permitan una efectiva expropiación de la propiedad privada en nombre de una ley turística que dice está en beneficio de todos. Ante todo, aclarar que ya está bien que se intente con normas de rango inferior erosionar derechos de rango superior.
Dentro de poco la ley turística intentará regular como debo cepillarme los dientes en Canarias, y supongo que en mis viajes a península tendré también que cambiar mi forma de cepillado según esté en una CCAA o en otra….
Ninguna norma del ámbito turístico puede atentar contra la propiedad privada, que está defendida por nuestra Constitución. Eso lo saben bien los del lobby hotelero y sus amigos en la política, pero siguen adelante con ayuda de muchos de nuestro gobernantes, partidos algunos condenados a la extinción por sus propios actos, como se viene observando en tiempos recientes.
Es cierto que la expropiación es una figura legal que existe y que se podría dar en situaciones donde es absolutamente necesario para el bien común. En este caso no es ni absolutamente necesario ni existe bien común alguno.
Por un lado el progresivo aumento del todo incluido, que tanto daño hace al pequeño comercio, y la ya tan conocida ingeniería fiscal (esa que permite que los impuestos de ganancias generadas en Canarias se tributen en Irlanda, Luxemburgo o las Islas Seychelles… tan simple como emitir una elevada facturación del departamento de marketing o desde algún otro departamento de la multinacional de turno). Por otra parte los puestos de responsabilidad en el mundo hotelero canario (directores de hoteles, jefes de recepción, etc.) son ocupados mayormente por gente de fuera , por aquello de que aquí hay que hablar no sólo inglés, sino también alemán, francés, italiano, sueco, noruego, ahora ruso y dentro de poco chino…
En definitiva todo ello significa que los impuestos para las arcas locales cada vez son menores, las ventas de las pymes canarias son cada vez menores, y las oportunidades laborales de los canarios en ese mundo cada vez son menos (la mayor parte de los canarios, con suerte acceden a puestos de camareros con sueldos de 800 euros…).
Lo único que aumenta para los canarios con este modelo turístico es el cierre de pymes, el número de desempleados y la precariedad laboral, además del coste de impuestos para mantener un territorio donde al parecer cada vez tienen que llegar más millones de turistas de forma ilimitada…
El único beneficio que existe es el beneficio cortoplacista que se queda en los bolsillos de los constructores, los hoteleros y los políticos. El pueblo canario se queda con un plato de lentejas y el mochuelo de pagar con sus impuestos la factura de parques, jardines, rotondas, playas, además del terrible coste ecológico en consumo de recursos de agua y de territorio etc., etc., con un claro riesgo del colapso de los ingresos futuros, un riego cierto de que la gallina de los huevos de oro está muy cerca de estar más muerta que viva.
Todo ello para que el turista de turno pueda tomarse una buena copa disfrutando de un bonito atardecer. Eso está muy bien, pero estaría mejor que dejaran disfrutar al canario también de las oportunidades que ofrece su propia tierra, para que también se pudiera tomar una buena copa, disfrutando de un bonito atardecer, y por qué no, en compañía de algún amigo turista, que seguro que esto último añade valor a la experiencia. La convivencia enriquece, los turistas no quieren ya quedarse en lugares aislados y estar entre ellos, los turistas quieren cada vez una experiencia real y auténtica, donde puedan convivir con gentes del lugar que visitan; palpar y disfrutar de esa realidad plenamente.
El modelo turístico actual produce un terrible daño a nuestras oportunidades económicas futuras, pero de eso no se habla. Unos pocos se quieren quedar con el máximo beneficio económico presente, un completo pelotazo turístico, sacrificando el futuro económico de todos los canarios en el medio y largo plazo. Y luego vamos a ver que hacemos con 2 millones de personas que viven en este archipiélago en el medio del Atlántico. Si no cuidamos la sostenibilidad de nuestro negocio, que es y debe ser de todos los canarios, y lo dejamos en manos de unos cuantos especuladores y explotadores, una oligarquía sin visión más allá de su bolsillo, no nos espera nada bueno para el futuro, solo un futuro mucho peor que el presente, que ya es suficientemente malo.
En el actual modelo turístico no existe beneficio ni interés común. El beneficio presente, ese que sacrifica el futuro, se queda en manos de unos pocos, mientras que la factura del coste presente y futuro es asumida por todos los canarios.
Al no existir ni bien, ni interés común, es un crimen gravísimo atentar contra la propiedad privada, intentando de forma indiscriminada expropiar la propiedad ajena. Los políticos que proponen estas normas deberían ser investigados por los jueces para que se aclare el motivo de legislar en contra de los intereses de la ciudadanía y en favor de unos pocos.
Si la industria hotelera tiene interés y sigue luchando por conseguir que se aprueben leyes que les permitan quedarse con los apartamentos privados, estoy convencido de que los políticos se van a encontrar con la ciudadanía en la calle. Creo que la gente está suficientemente harta de los desmanes de muchos políticos y esto sería la gota que colmaría el vaso, incluso el último clavo en el ataúd de algún partido político si se atreve a seguir avanzando por esa senda peligrosa.
Todos sabemos que existen multitud de complejos de apartamentos donde conviven apartamentos turísticos con residenciales. Esto es así porque así se permitió en su momento. Se permitió que los dueños actuales compraran en esos complejos pagando un precio bastante más alto que el de inmuebles situados en otros lugares. La solución no puede ser nunca quedarse con los apartamentos de aquellos que en su día compraron legalmente. Y menos aun cuando esto se hace pura y exclusivamente para favorecer el interés de unos pocos oligarcas.
Honestamente creo que ostentar la propiedad de algún inmueble en una zona turística y poder alquilarlo a turistas es realmente casi el único beneficio de la industria turística que les queda a los canarios, y me entristece que nuestros políticos estén amenazando con apoyar a aquellos que quieren echar, directa o indirectamente, pero en definitiva echar de sus propiedades a sus legítimos dueños. Ya lo han hecho con muchos que se han visto obligados a vender sus propiedades a bajísimos precios ante la imposibilidad o el miedo de alquilarlos después de las últimas leyes aprobadas y la actuación despiadada de algunas empresas explotadoras que controlan estratégicamente la comunidad de propietarios.
Es un verdadero escándalo!!!!!